Vivimos en una indiscutible etapa de transformación, la humanidad debe hacer un cambio de consciencia. Los valores hasta ahora dominantes ya no nos sirven, todo el sistema social está desmoronándose… Empezamos a tener la necesidad de dar un gran salto y soltar todos los anclajes que nos atan a la consciencia hasta ahora dominante. Para ello hay dos temas fundamentales:
1. EL RECONOCIMIENTO DE LA DUALIDAD: La dualidad es uno de los aprendizajes más profundos y más importantes que debemos abordar colectivamente.
En el mundo de la existencia un hecho y su contrario son ciertos. Para el mundo de nuestra percepción mental, que es nuestro medio habitual de interactuar con la realidad y filtrarla, un hecho o su contrario es cierto. Pero los dos a la vez no pueden ser, pues van en contra de toda lógica. Y aquí tenemos un problema ya que si vivimos la realidad a través del filtro de la lógica mental, no podremos percibir la realidad tal cual es.
“El origen de nuestra enfermedad es querer partir y diseccionar la realidad.”
2. LA LIBERACIÓN DEL MUNDO EMOCIONAL: Por herencia cultural, más que vivir nuestro mundo emocional, lo que hacemos es interpretarlo y juzgarlo. Diferenciar nuestro mundo mental y emocional es para muchos una ardua tarea de autoconocimiento. La confusión de estas dos realidades (mental y emocional), provoca que sin darnos cuenta se produzca una percepción condicionada de mi “yo emocional”.
Las valoraciones de lo que es positivo y negativo con las que hemos sido educados, crean lo que se llaman una coraza psicológica que filtra y reprime lo considerado erróneo. Así dejamos de percibir como propias esas emociones “negativas”.
Vivir las emociones, dejarlas que fluyan, nos lleva a una nueva experiencia de nuestro Ser. La energía vital destinada a vivir la dualidad represor-reprimido, queda libre para poder conectar con la fuente de la creatividad.
“La enfermedad no es producto de una emoción (negativa), sino la represión de esta”
“Todos tenemos las mismas emociones. Sólo cambia la manera de esconderlas o dirigirlas”
La liberación del mundo emocional, junto con el cambio mental correspondiente, abre la puerta a una nueva percepción de uno mismo. Permitirse sentir las emociones, nos lleva a liberarnos de las corazas psicológicas y de los autoengaños correspondientes. El camino hacia uno mismo está abierto.