Todo es luz. Si partimos de la base que Dios es luz, paz y amor, y nosotros formamos parte de esta infinidad, que es la esencia de Dios manifestada, nosotros somos luz. Y hablar del lenguaje de la luz significa sincronizarnos con nuestra propia esencia.
Nosotros tenemos un cuerpo físico pero, es evidente, que además tenemos esta energía (que podemos llamar con diferentes nombres) que está conectada con la esencia del universo.
Nuestra luz es la esencia de la luz general.
Científicamente se ha demostrado que el macro de universo esta sincronizado con el micro. Las partículas más pequeñas las están comparando y están viendo que son dos mundos muy paralelos y que tienen unas circunstancias muy parecidas.
Ser luz significa poder conectar con la propia luz del universo.
Sincronizarse con la luz es tomar conciencia de aquello que somos. Porque aquí en el fondo estamos para eso, para entender. Todos los que quieren alcanzar el conocimiento tienen que ver, observar y entenderse mejor a sí mismos. El entendimiento evita sufrimiento.
Ser luz y comportarse como luz es lo más grandioso que uno puede desear.
Si potenciamos nuestra luz interior a través de nuestros propios convencimientos viviremos mejor y, en consecuencia, nuestro entorno reaccionará en consonancia.
Para profundizar en este y otros temas, acude al taller «Herramientas para cambiar tu ADN» que se celebra el dia 28 de abril en Alicante.
Thutam Guillamot