Comentamos la cita “En todos los sitios hay energías que nos envuelven, están depositadas en cualquier lugar y vibran… ¡poder sentirlas y percibir su intensidad, tu reto!” del libro 1.100 reflexiones para el siglo XXI de Thutam Guillamot.

Todos tenemos la facultad de poder percibir. Nosotros somos una esencia dentro de un cuerpo. Hay muchos seres que no van a otra dimensión y se quedan por aquí, muchos están para ayudarnos, a través del pensamiento.

Nosotros tenemos la mente que es una computadora que va recibiendo siempre información. Hay seres afines que si los escuchamos quieren ayudarnos, tenemos que estar muy atentos con nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos están sincronizados con estas energías que les podemos llamar, seres queridos, seres incordiadores… siempre todo es dual, existe lo bueno o lo malo.

Ellos conectan con nuestra mente, no conectan con nuestra conciencia.

En la conciencia no pueden entrar. Nosotros siempre tenemos la llave para llegar a nuestro entendimiento. Y, cada uno, dependiendo de su entendimiento, actúa de una manera o de otra.

Los seres que están a nuestro lado se alimentan de sensaciones, por lo que hay que saber cómo estamos, que es lo que los percibimos, y no temerles, sólo estar alertas, según lo que nos transmitan, nosotros podemos codificarlo y actuar.

Hay que estar abierto.

Si uno se cierra indudablemente no puede percibir estas energías y es bueno saber que existen para llegar al convencimiento de que somos una esencia dentro de un cuerpo. Las energías de fuera nos refuerzan para que vayamos cada vez comprendiendo para que el estar en esta existencia sea lo más productivo posible. Simplemente de cuando en cuando hay que escuchar.

Y… algo que parece tan natural y tan lógico cuando tú lo cuentas… ¿Por qué a tantas personas les da miedo?

Si alguien no ha estado en un sitio tiene temor, cuando ha estado ya no.  Cuando la gente se da cuenta de que no tiene que depender de nada, que solo tiene que depender de sí mismo, cuanto la gente sienta más amor y pueda mirarse al espejo, aceptar su propio cuerpo, entender aquello que son. Es muy sencillo.

Somos una esencia dentro de un cuerpo.

Cuando lo sepas las cosas se verán diferentes. Si todo tiene una continuación solo tenemos que mostrarnos como lo que somos: esencia de Dios manifestada.

Thutam Guillamot